viernes, 13 de septiembre de 2013

Masoquismo.

Juré dejarte ir. No quererte más. Olvidarte.
Y a los pocos meses, en otros brazos, otras bocas, me regalaban todo lo que tú no me diste.
Y aún así, seguir echándote de menos.
Querer que fueras tú.
Quien me quisiera.
Quien me abrazara.
Quien me susurrara te quiero.
Quien me hiciera sufrir.
Que los siempre fueran siempre y nada más.
Que la daga de tu ausencia no se clavara súbitamente en mi pecho cuando estaba a solas.
Que querer y poder estuvieran menos lejos que tú y yo.
Que tú y yo no fuésemos solo conocidos con derechos.
Como ya no somos.

1 comentario:

  1. Creo que no soy nadie para dar consejos, pero a lo mejor sí que deberías plantearte si de verdad la persona que ahora mismo te dice te quiero es la persona que realmente tú quieres.
    Es difícil, pero es necesario para poder seguir adelante. Tal vez puede que se dé el caso de que a la persona que echas de menos no sea tanto así, o no la echas de menos del verbo amar/querer.

    ResponderEliminar