viernes, 13 de octubre de 2017

La eternitud.

Dicen que el amor es la lucha constante contra los miedos del otro.
Una batalla tan eterna como dolorosa y placentera.
Qué es una derrota.
Una derrota es dejar que tus miedos, y los de los demás os venzan.
Un no puedo más. Un estoy harta.
Una victoria es saber que aunque a veces te toque perder vais a acabar ganando siempre.
Una victoria es un abrazo, un perdón sincero, un te echo de menos aunque haya habido muchas bajas y un saldremos adelante como plan de vida.
Saldremos adelante porque así hemos salido siempre: a veces heridos, a veces victoriosos.
Pero siempre juntos. Y ese es el ingrediente secreto del amor que pocos se tienen: la eternitud.
Una eternitud dura tanto como nuestros corazones latan, el resto más allá, es silencio.
Y es que hoy en día pocos creen en ella y otros tantos abandonan su búsqueda resignados a experiencias positivas sin dejar lugar al aprendizaje de las negativas.
Este amor, al igual que los demás, tiene fecha de caducidad clara: el día que el mundo se acabe, mi pecho se seque o tus ojos se apaguen.
Ese día sabremos que ha acabado. Que ya no habrá más oportunidades.
Que habrá que decirnos adiós.
Mientras siga ardiendo tu pecho,
 mientras nuestras manos se sigan buscando
 y mi mirada busque la tuya
nos queda la eternitud.
Y las ganas de desafiarla.

domingo, 1 de enero de 2017

Remember.

Ojalá que cuando el tiempo se nos escape
y la oportunidad se nos vaya de las manos
no tengas miedo a recordar
y que cada paso que hoy doy a tu lado
no se confunda con las pisadas de quien recorrió la misma suerte.

Ojalá que me recuerdes para siempre como
la vez número mil de algo que ya hiciste antes
y la más especial,
que no olvides nunca el camino de vuelta a casa
y ojalá recuerdes recorrerlo con más gloria que pena.

Ojalá que recuerdes cuando me agarrabas la mano
y yo me agarraba más fuerte a tu corazón
y que sigas recordando mis chistes malos
y todas cosas estúpidas que me hacían tanta gracia.

Ojalá recuerdes siempre los abrazos de madrugada
como el para siempre que quisiste durante un tiempo
y que adoptes las líneas que me inspiraste como tuyas
hijas pródigas cuando ya no te respire a mi lado.

Ojalá me recuerdes y no sea como a una más.
Y ojalá no tengas que recordarme nunca
por haberme olvidado antes.