martes, 31 de julio de 2012

se apaga el universo



Me gusta viajar y sentir como cada paisaje se desvanece en mis pupilas y es sustituido por otro nuevo en cuestión de segundos. La sensación de libertad, velocidad en cada golpe de viento que me alborota el pelo y juega a bailar con él. Pero cuando viajo también me gusta cerrar los ojos. No dormir, sino simplemente imaginar otros paisajes, algún compañero de viaje, y por qué no, quizás algún destino sin retorno.
También me gusta hacer la maleta, es una forma de saber que es verdaderamente importante para mí, y cada vez me sorprendo más al hacerla y descubrir que hay cosas que no caben en ella, como los recuerdos o las personas importantes de verdad. Creo que vivimos para aprender a hacer la maleta, diferenciar lo importante, lo imprescindible y lo superfluo, y para viajar, con los ojos abiertos o cerrados, a horizontes de los que nunca nadie vuelve

jueves, 26 de julio de 2012

¿Sabes?


Algún día voy a cansarme de aguantarme estas imparables ganas de tí, de todo, de todo pero contigo; y voy a reventar los mil relojes de arena que marcan el paso de las horas que avanzan sin tí a mi lado, y voy a volverle la cara al beso de cada uno de los kilómetros que nos separan cada mañana.
Y ese día, si, a partir de ese mismo día vas a tener que aguantarme todas las mañanas devorando a tu lado todos y cada uno de tus lunares mientras el único tic-tac que vuele sea el de los latidos del corazón.

lunes, 23 de julio de 2012

Amanece.

Esta corriente de sinuosos rayos de amanecer que se cuelan por la ventana y me arrancan las sábanas como si de tu boca y la mía se trataran cuando se buscan no hace otra cosa que destapar el vacío, evidenciando tu ausencia. Que no estás. Que julio está terminando y hace fresco, y se respira humedad,pero no llueve, aún no llueve.
Que hay que esperar. Que el tiempo a veces no vuela tanto como debería.
Y mientras, amanece, que no es poco.
El cielo se viste de azul y se quita el traje de noche, el mismo que deberíamos estar quitándonos mientras.
Amaneceres desde esta playa desierta para dos que despiertan el deseo de querer compartirlos todos contigo. Noches de baños secretos.
 (Re)encuentros eternos, y despedidas que mueren justo antes de tan siquiera nacer.

domingo, 8 de julio de 2012

Cómeme.

Se acabó este dar vueltas. Se acabaron las dudas y los miedos. Voy a abrazarme a la seguridad de tus manos y a refugiarme en el deseo de mi cuerpo por el tuyo.
Llévame a tu cielo, ese que tan cerca hemos estado de rozar. Llévame abrazada a ti, pero fuerte, como esas veces en las que nos cuesta respirar.
Vaivenes de tu cuerpo contra el mío que hacen estremecer hasta la más recóndita célula de mi ser, mientras grita, suplica, que quiere ser tuya.
Y se dejará llevar.

miércoles, 4 de julio de 2012

Me tienes.

Lo efímero del instante lo convierte en especial. Los recuerdos a menudo van ataviados de nostalgia.
Los detalles a menudo se desnudan y quedan desprovistos del abrigo de la memoria. Y la memoria tiende a ahogarse en el caudal del tiempo.
Ante esto, yo, pequeño y débil ser incapaz de frenar este ciclo, me dedico a desear tenerte entre mis brazos un minuto más, a regalarte otro beso, intentando que no lo olvides.
Me tienes.

Serás libre.


Y si algún día decides desnudarte de mis besos y descalzarte nuestros pasos, si tus ojos comienzan a evitar los míos y tu boca no precisa de mis besos, si tus manos dejan de tatuarse en mi cuerpo y decides volar hacia unos brazos mejores, buscando amaneceres sobre otro pecho, bañado por otra luz, te dejaré ir.
Volarás. Volarás como las golondrinas sobre las que Bécquer escribía, a sabiendas de que no volverás a mi primavera, sino que serás libre, porque libre te dejaré, yo me enamoré de tu libertad, de tus ganas de volar, pese a estar segura de que me dolerían a mi.