lunes, 16 de septiembre de 2013

¿Te puedo decir algo?

-Eres...la pasión. Tu cuerpo es el templo del deseo en el que cualquier sensación es posible si lo rozo desnudo. Eres el puto deseo hecho mujer...y no sabes cuánto te deseo. Quiero que seas mía, mía y de nadie más, mía para siempre. Mi mujer. Me enorgullezco de decirlo. Adoro como suena. Fuerte, segura. Como tú. Algo así...eres una jodida droga y yo tu yonqui, hazme lo que quieras, pídeme lo que quieras y yo lo haré por tí. Iré a donde quieras, seré quien tú quieras. No me mires así, me estás volviendo loco. ¿Te he asustado?
-Me estás volviendo loca... pero creo que te amo.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Masoquismo.

Juré dejarte ir. No quererte más. Olvidarte.
Y a los pocos meses, en otros brazos, otras bocas, me regalaban todo lo que tú no me diste.
Y aún así, seguir echándote de menos.
Querer que fueras tú.
Quien me quisiera.
Quien me abrazara.
Quien me susurrara te quiero.
Quien me hiciera sufrir.
Que los siempre fueran siempre y nada más.
Que la daga de tu ausencia no se clavara súbitamente en mi pecho cuando estaba a solas.
Que querer y poder estuvieran menos lejos que tú y yo.
Que tú y yo no fuésemos solo conocidos con derechos.
Como ya no somos.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Sentimiento unilateral.

Sigo dándome cabezazos con el filo del vaso antes de saltar a ese mar de ron y coca cola,
negro como la noche,
negro como tus ojos.
La vida pasa demasiado rápido a mi alrededor,
todo el mundo viene, va.
Y yo los veo. Mientras me quedo quieta sentada en la acera, como esos bancos de las estaciones.
Medito. Y a la tercera, o quizás cuarta copa me vuelvo pseudo filósofa y creo comprender el sentido de la vida.
Nacemos para ser felices efímeramente pero también para hacer felices a los demás.
Nacemos para ser libres y correr en libertad. Para correr y cometer locuras.
Y ahora un chupito, bendita llave del delirio.
En frente mía. En otros brazos, otra boca.
Otra falda con más vuelo que la mía.
"Eres demasiado rara" dijiste.
Y con eso rompiste mis ilusiones de ser especial.
Novio. Y qué razón.
No vio cómo la mirabas.
No vio cómo ya no contestabas sus mensajes.
No vio cómo abrazabas a otras.
No vio tu rechazo.
Ojalá no te viera a ti tampoco.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Cero.

Me pesa.
Hoy me pesa demasiado la vida.
Me pesan los años. Los que tengo y los que aún no he cumplido.
Y me arrepiento.
 De haber vivido demasiado, de haberme equivocado demasiado.
De tener más cicatrices en el alma que lunares en el cuerpo,
más lágrimas derramadas que besos robados,
más ganas de estar contigo que sin ti.
Y eso que me haces tanto daño.
Soy bastante estúpida.
Suelo obrar desinteresadamente y obtener a cambio el mismo desinterés,
se ve que aún no he aprendido que en esta vida nadie regala nada,
que si das la mano, corres el riesgo de perder el brazo...
o el corazón.
Que entre lo malo y lo peor, siempre escojo lo peor.
Para equivocarme a lo grande.
Para sufrir a lo grande.
Para ser estúpida a lo grande.
Y ahora, vuelta a empezar.
Puede que no de cero, pero al fin y al cabo, vuelta a empezar.