martes, 20 de diciembre de 2011

Fondo.

Dime...¿Cuántas horas al día te pasas mirando el reloj? Siempre con prisas, siempre agobiados, deseosos de que las manivelas del reloj marquen esa hora... para que acabe el trabajo, para salir del instituto, para que vuelen los años... o simplemente porque sí. A veces el paso del tiempo es lo único que deseamos...y otras buscamos lo contrario. Que vuelva. Que vuelva el pasado y todo lo que ello conlleva. Orden. Revivir todos esos momentos que te marcaron.
Pero yo no. Yo ya no quiero más flashback. Yo sólo quiero una cosa, y aguantaré...con quistes, sin quiste, con agujetas, sin ellas, con la distancia a mi meta variada o no. Fatigada, alentada, valiente, cobarde, triste y animosa.
Soy corredora de fondo, y correré lo que haga falta hasta llegar a mi meta. Hasta llegar hacia ti.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Ya vale.

Hoy voy a escribir algo distinto. Llevaba tiempo valorando la posibilidad de hacerlo, y finalmente lo he echo, más por necesidad que por ganas.
Mirarse al espejo y que tus manos revoloteen hacia esa parte de tu cuerpo que tanto odias. Gorda dijeron un día. Foca. Vaca. Saber que de eso hace tanto tiempo...y que aún siguen resonando en tus oídos esas palabras como si te las estuvieran diciendo ahora mismo.
Sentarse a la mesa y hacer partición. Esto me lo como, esto no. Saber la cantidad exacta de calorías de todo lo que comes. Asco. Sensación de estómago vacío. Mareos. Y entonces llega lo peor. 
Pasar las noches despierta abrazada a tus rodillas oyendo como en la habitación de al lado tu madre llora, y saber que es por tu culpa. Y sentirte una puta mierda. Conversaciones que no llevan a ninguna parte se suceden en un repetitivo bucle del cual parece imposible salir.
Una semana más. De nuevo la báscula. Tres menos.
Más noches en vela, esa sensación de cansancio. Las ojeras. 
Esa luz. La consulta del médico otra vez. 
Incomprensión. Miedo. "Obsesión" lo llaman.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Ya lo ves, la vida es así...

La vida es levantarse un sábado a las ocho de la mañana y acordarme de que no te tengo cerca. Es sentir vacío. Es fantasear con volver a verte, con repetirlo.
 La vida es quejarse cuando hace calor y protestar cuando hace frío.
La vida es querer que llueva, para volver a tenerte cerca, y querer que salga el sol que se ve reflejado en tu sonrisa.
La vida es recordar que te has ido, que no arriesgué, y quien no arriesga no gana. Lo siento...pero la vida también es tener miedo...Miedo del monstruo del armario, miedo a las tormentas, miedo al rechazo, miedo a perderte.
La vida es amor, es sonrisas...esas que tú me sacas como nadie.
La vida...desde que te conocí...eres tú.