viernes, 8 de junio de 2012

Por qué no podía ser poesía.

Lleva en mi cabeza rondando tanto tiempo la idea de tratar de idealizar en forma de poesía lo que provocas...
El fuego que se prende en mi aliento cuando tus dientes muerden mis labios y tu lengua dibuja mi boca, que sin ser perfecta tiene la jodida suerte de perderse en la tuya. La suavidad de tus manos sobre mi cuerpo, no como si memorizaran cada una de sus formas, sino como si me moldearas, suave, con detalles, sin miedo, con la destreza del artesano que dedica su vida al amor por el arte de hacerme sonreír.
El escalofrío, de los discretos susurros de tus mordiscos en mi oreja estremeciendo cada uno de los poros de mi piel con sólo rozarla.
Y ahora viene la pregunta. Por qué esto no podía ser poesía.
No podía ser poesía porque ninguna de las palabras que existen pueden explicar cómo (te) siento de  manera  exacta sino hablan el idioma de la piel, porque no conozco otra figura que la de tus labios, ni más métricas que las trazadas por el toque verde de las pupilas de tus ojos, y porque los versos, para describirte se quedan demasiado cortos.
Eres pura poesía imposible de escribir.

1 comentario:

  1. Que no hay mayor placer que leerte pensará más de uno y una.
    Que sí lo hay es lo que yo pienso.

    Afortunado de mí que ese placer también va relacionado contigo.

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