domingo, 12 de junio de 2016

Sin lugar a dudas.

Te miro dormir con la dulce inocencia de un sueño
y  ojalá que no me despierten nunca.
El sol se muere de envidia y te besa la espalda casi tanto como yo
las persianas te dibujan renglones sobre la piel desafiándome a que te escriba
como si hubiera palabras suficientes para ello.
Mi respiración baila al compás de la tuya y no hay hueco de ti que no ansíen mis dedos.
Preguntas si te quiero.
Digamos que a la sombra de la duda no crecen flores
y tú me trajiste la primavera entera.
Fuiste la primera y única de mis certezas absolutas
 el eje para la relatividad de todos mis deseos.
Cómo explicarte que mis días comienzan cuando es tu luz la que amanece
y sólo te pido que  no te me apagues nunca.
Que no haya nunca entre nosotros distancia suficiente para echarte de menos
Y por pedir, pediría que siempre que me besaras sin hacerlo
los mejores besos son los que quedan pendientes
 y yo tengo un millón de deudas con tu boca.
Y por desear, desear que no tengas que recordarme nunca
por haberme olvidado antes.
Y por querer, a ti.
En medio de la nada. Por si aún queda lugar a dudas.


1 comentario:

  1. Y sin lugar a dudas es una maravilla sentir todo esto por alguien.

    Salud.

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