jueves, 29 de septiembre de 2016

Somos agua.

Hay gente que ama el olor tras la lluvia
y yo soy de las que amaba el camino
más que el destino
cuando llovías a mi lado.
Renacía desde mi cumbre
si te precipitabas sobre mi,
cómo explicarle a los demás
que cuando me rozabas éramos lluvia torrencial
y arrasábamos la tierra.
Éramos las gotas que se persiguen en la ventanilla
de camino a casa.
Era fuente entre tus dedos
 y tú manantial entre mis piernas,
éramos río en la palma de tus manos
y oasis era encontrarte en la cama un domingo.

Fuimos todo. Fuimos agua.


No hay comentarios:

Publicar un comentario