sábado, 11 de febrero de 2012

Como aquella vez que el sol salió cuando llovía.

¿Te acuerdas de aquella vez que te dije que había escrito sobre tí y para tí?
Supongo que quizás...y que también recuerdes que no te dejé que lo leyeras.
Pues ahí va, un trocito de mi intimidad, uno de esos fragmentos perdidos en la
memoria, como aquel poema que no te recité, como aquella canción que tú me
cantaste.

Aquella tarde lluviosa de sábado bajo el encapotado cielo de la ciudad prometía 
aburrimiento por doquier, acompañado de cierto toque de tristeza. Pero la vida, 
además de tardes lluviosas, da sobresaltos, cambios de rasante, acelerones inesperados.
Ahí es donde entras tú. 15 minutos. Los que me separaban de ti. 
15 minutos que pasaron en un abrir y cerrar de ojos, y me colocaron en mitad de aquella
tarde lluviosa a tu lado. Qué bien suena eso, a tu lado.
A través de la ventanilla, el cielo parecía ir a caerse a gotas, mientras para mí se habrían
las nubes y me iluminaba un diminuto rayo de sol cada vez que me mirabas.Tu voz, 
cercana, tú, presente, objeto de mis delirios. Todo tan natural, relajado, sin problemas.


Recuerdos, de los extraídos del oscuro baúl de la memoria oculta. Palabras que intentan expresar lo inexpresable,miradas que se cruzan, el olor a lluvia, los nervios, el miedo. Todo tan mío,
tan tuyo, tan nuestro.

2 comentarios:

  1. Que manera más bonita tienes que expresarte, me encanta leerte :)

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  2. muchas gracias samira, lo mismo digo (: tienes unas entradas preciosas ^^

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