viernes, 4 de mayo de 2012

Vísteme despacio, que hoy tengo prisa.


Anoche me desnudaste. Fuiste el primero en hacerlo.
La ropa me resbaló por tu curiosidad y fue a parar al suelo de mi resistencia.
Vísteme despacio...que hoy me tengo que marchar y no quiero hacerlo. Vísteme despacio mientras sale el sol que despierta, ya no solo a nosotros, sino también a nuestros deseos, y se disfraza de noche para regarlos de plata, mientras les damos calor, y los dejamos florecer de nuevo, esta es nuestra eterna primavera personal.
Mañana vuelve a vestirme despacio, tanto como si me desnudaras por primera vez, a oscuras, dejando al descubierto el deseo contenido que viste mi cuerpo con tus manos, cierra mis botones con tus labios y desliza mis cremalleras con tu roce...
Nunca dejes de vestirme así, porque la única prisa que yo tengo, es para que me vuelvas a (des)vestir.

2 comentarios: