Vámonos, a cualquier parte. Elige el destino y abrázame fuerte.
No necesitamos nada esta noche, vayamos a donde vayamos la única moneda de cambio que se acepta son besos y roces de tu piel contra la mía, sin fronteras ni aduanas capaces de frenar mis ilegales ansías de tenerte aún más cerca, aquí no esiste la distancia ni tampoco el tiempo, que se detiene si cerramos las persianas y el sol se esconde allí fuera dejando que sea nuestro, eterno, inmoral, y perfecto.
casualidad de las grandes... se ve que el tema de las pieles está pisando fuerte... Maravilloso perón ;)
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