lunes, 23 de julio de 2012

Amanece.

Esta corriente de sinuosos rayos de amanecer que se cuelan por la ventana y me arrancan las sábanas como si de tu boca y la mía se trataran cuando se buscan no hace otra cosa que destapar el vacío, evidenciando tu ausencia. Que no estás. Que julio está terminando y hace fresco, y se respira humedad,pero no llueve, aún no llueve.
Que hay que esperar. Que el tiempo a veces no vuela tanto como debería.
Y mientras, amanece, que no es poco.
El cielo se viste de azul y se quita el traje de noche, el mismo que deberíamos estar quitándonos mientras.
Amaneceres desde esta playa desierta para dos que despiertan el deseo de querer compartirlos todos contigo. Noches de baños secretos.
 (Re)encuentros eternos, y despedidas que mueren justo antes de tan siquiera nacer.

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