martes, 31 de julio de 2012

se apaga el universo



Me gusta viajar y sentir como cada paisaje se desvanece en mis pupilas y es sustituido por otro nuevo en cuestión de segundos. La sensación de libertad, velocidad en cada golpe de viento que me alborota el pelo y juega a bailar con él. Pero cuando viajo también me gusta cerrar los ojos. No dormir, sino simplemente imaginar otros paisajes, algún compañero de viaje, y por qué no, quizás algún destino sin retorno.
También me gusta hacer la maleta, es una forma de saber que es verdaderamente importante para mí, y cada vez me sorprendo más al hacerla y descubrir que hay cosas que no caben en ella, como los recuerdos o las personas importantes de verdad. Creo que vivimos para aprender a hacer la maleta, diferenciar lo importante, lo imprescindible y lo superfluo, y para viajar, con los ojos abiertos o cerrados, a horizontes de los que nunca nadie vuelve

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