miércoles, 4 de julio de 2012

Serás libre.


Y si algún día decides desnudarte de mis besos y descalzarte nuestros pasos, si tus ojos comienzan a evitar los míos y tu boca no precisa de mis besos, si tus manos dejan de tatuarse en mi cuerpo y decides volar hacia unos brazos mejores, buscando amaneceres sobre otro pecho, bañado por otra luz, te dejaré ir.
Volarás. Volarás como las golondrinas sobre las que Bécquer escribía, a sabiendas de que no volverás a mi primavera, sino que serás libre, porque libre te dejaré, yo me enamoré de tu libertad, de tus ganas de volar, pese a estar segura de que me dolerían a mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario